Segmentar tu base de datos
Antes de mandar un e-mailing de marketing, es importante definir el público objetivo, las personas que van a recibir este e-mail. Para ello hace falta una herramienta de targeting, es decir de segmentación. Permite seleccionar diferentes criterios simples (municipio, edad, profesión…) o criterios más complejos (fecha de la última compra, número de solicitudes en curso en el servicio de atención al cliente…).
Redactar el mensaje del e-mailing y darle formato
Una vez identificado el público objetivo, redactamos el mensaje y le damos formato. La tarea de darle formato se confía a menudo a una agencia web puesto que se trata de un verdadero oficio. En cuanto al mensaje, es importante personalizarlo. Los lectores son mucho más sensibles al mensaje cuando este comienza con un “Apreciado Sr. Pérez:”. De este modo, la tasa de apertura del e-mailing será mejor.
Realizar un test y después enviar
Tras los diferentes tests de rigor, ya se puede mandar el e-mailing. Esta etapa es crucial. Algunas herramientas no tienen lo que se llama una buena e-reputación. Lo que les espera entonces a los e-mails enviados será aterrizar en el buzón de correo no deseado. Por tanto, atención: hay que trabajar la entregabilidad del e-mailing.
Cuando dos e-mailings se siguen el uno al otro en un orden lógico, hablamos de automatización de marketing. Un clic en un enlace A en el e-mailing desencadenará el envío de un e-mailing B.
Medir los resultados del e-mailing
Como en cualquier acción de marketing, es importante medir el desempeño, es decir, el ROI que la dirección de marketing puede esperar de la misma. Entonces hablamos de tasa de apertura, de tasa de clic.