El riesgo de una tarea larga siempre es doble. No solo hay que tener cuidado de no cansar, sino también saber adaptar la presión marketing ejercida. Si presionas demasiado, crearás un sentimiento de rechazo. Si presionas demasiado poco, te olvidarán.
Para no cansar, varía los temas y alterna los medios de comunicación: e-mails pedagógicos, publicación de artículos de referencia en blogs o revistas, organización de eventos y seminarios, toma de palabra en coloquios, libros blancos…
Recordemos las palabras de una fábula de Antoine de La Motte-Houdar: «Un buen día, de la uniformidad nació el aburrimiento». La presión de marketing caracteriza el nivel de comunicación ejercido sobre cada individuo por parte de la empresa. Se trata de un indicador esencial de esta fase de la relación cliente que deberíamos encontrar en todos los CRM.
Resulta tan esencial que hemos decidido dedicarle un capítulo que encontrarás más adelante.